domingo, 31 de octubre de 2010

Incremento sí o incremento no

No suelo utilizar este blog para dar opinión si no para informar, pero en este caso, debido a los comentarios que suscitó uno de los posts recientes sobre el campeonato de España, me permito expresar mi punto de vista sobre el tema del incremento.
Para mí, el debate no es tanto sobre incremento sí o incremento no. Creo que el debate debería ser ajedrez sí o ajedrez no. Humildemente, creo que la FIDE se equivocó hace unos años, cuando en pro de intentar llegar a más público y de que el ajedrez fuera más “espectacular” empezó a aconsejar reducir el ritmo de juego pasando primero de las 2 horas más 1 con control a las 40 jugadas a 1,5 más 1 con control a las 30 jugadas, y de ahí a 1,5 más incremento de 30 segundos por jugada a finís y de ahí a multitud de diferentes ritmos de juegos en los que tanto el fijo de minutos como el incremento puede variar enormemente dependiendo del torneo. La consecuencia de todo esto ha sido una reducción significativa en la calidad de las partidas de ajedrez, sobre todo en lo que a medio juego y finales respecta. Puedes estudiar una partida de los años 50 de cualquier open entre jugadores fuertes y, en general, las partidas tienen una lógica, una ventaja en la apertura encamina la partida hacia un medio juego favorable que suele terminar en un final ganador. Puedes estudiar cada fase de la partida, sabiendo que en la mayoría de los casos, las jugadas de la partida han sido bien meditadas e investigar sobre lo que se esconde detrás de esos movimientos. En cambio, en la mayoría de partidas de hoy en día se hacen 15 o 20 movimientos de apertura, luego alguien trae alguna preparación de casa y se gasta casi todo el tiempo en las 9 o 10 jugadas de medio juego restante. Luego ambos rivales se quedan sin tiempo y la partida de ajedrez se convierte en un partido de ping pong en el que el jugador más rápido o el jugador más práctico acaba llevándose el gato al agua aunque su posición haya sido lamentable durante 30 jugadas.
Especialmente perjudicial ha sido el incremento cuando uno de los dos jugadores era ciego o deficiente visual. Estamos cansados de ver ejemplos en los que el jugador ONCE, después de disponer de buena ventaja durante toda la partida, la pierde rápidamente en dos o tres movimientos en cuanto la presión del tiempo empieza a hacer mella. Esto lo conocen nuestros rivales, y en multitud de ocasiones se aprovechan de ello quedando muy satisfechos tras la obtención del punto.
Por eso, no deja de sorprenderme, que año tras año, en la reunión técnica del campeonato de España ONCE se discuta sobre la posibilidad de utilizar el incremento en las partidas. No acabo de entender dónde está el beneficio. Si lo que queremos es que las partidas duren menos para poder irnos antes al bar o a la piscina entonces que alguien proponga jugar el campeonato de España a rápidas o semirápidas, pero quien participa en un torneo así y tiene prisa por acabar la partida para hacer otra cosa es que poco le gusta el ajedrez. También he escuchado la siguiente justificación: durante todo el año estamos jugando con este ritmo… yo añadiría… durante todo el año estamos perdiendo con este ritmo…
Dejadme que os cuente algo que no viene a cuento. Mario García fue nuestro traductor en el reciente mundial disputado en Servia. Además de trabajar como traductor, es una persona muy activa en el ski de invidentes, incluso es presidente de un club de esquiadores ciegos. El caso es que Mario nos contaba que los esquiadores b1, es decir, ciegos totales, tenían que competir en el campeonato de España en las mismas condiciones que los b2, esquiadores con un pequeño resto visual, y los b3, esquiadores con un buen resto visual. Obviamente, el resultado de esto era que los esquiadores ciegos siempre acababan al final de la clasificación y que por ello, el número de esquiadores ciegos estaba disminuyendo alarmantemente pues a nadie le gusta ir a competir para quedar el último y la desmotivación estaba haciendo que esos deportistas dejaran de competir. Salvando las enormes distancias que existen entre estos dos deportes, pienso que una mala utilización del incremento puede provocar un efecto similar dando una ventaja más a los jugadores que dispongan de un mejor resto visual en perjuicio de los jugadores ciegos.
Como dije al principio, no se trata de decidir entre incremento sí o incremento no. El incremento puede ser útil para evitar que alguien pierda una partida ganada por no haber llegado al control de las 30 jugadas, pero tal y como yo lo entiendo, el incremento debe servir para sumar, no para restar, es decir, estaría a favor de los ritmos que suelen utilizarse en los torneos de superelite en los que se utiliza el incremento, eso sí, sin reducir el ritmo de juego. Por ejemplo, un ritmo de hora y media más 1 hora con incremento de 30 segundos desde la primera jugada sería un ritmo que tendría la ventaja de evitar perder una partida por tiempo sin que el uso del incremento merme la calidad de las partidas. Sé que una propuesta así está destinada al fracaso pues eso alargaría aún más las partidas y la tendencia actual es a ir acortándolas, aunque cómo digo, a parte de los organizadores, no sé a quien puede beneficiar esa reducción de tiempo para pensar. Por todo ello mi opinión sobre este tema es claro: sí al incremento pero sin reducción de tiempo, y si eso no es posible, entonces claramente no al incremento o acabaremos haciendo verdadero ese refrán que dice que en el reino de los ciegos el tuerto es el rey.

7 comentarios:

  1. Suscribo punto por punto todo lo que expones.
    Celebro que haya más gente que se esté dando cuenta de esto.
    Particularmente, en los open a los que acude la Once, -como comente en un post de Albacete 2010- cada vez son más los jugadores que siguen la partida aún con pieza de menos sin compensación intentando especular con el reloj.

    Los organizadores por supuesto que celebran el acortar la duración de las partidas, precisamente por eso era mi intención de estar prevenidos por si nos la intentan colar de cara a los proximos torneos organizados por la FEDC.

    Sería bueno saber que piensan ellos de esto, y una vez más pedir al colectivo de jugadores Once que exprese su opinión por si puede lograrse una postura de cohesión que pocas veces se da.

    C.Menéndez.

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  2. Sólo una cosa más.
    Si se produce una votación en la reunión técnica, puede que muchos jugadores voten a favor del cambio de sistema solamente para evitarse el problema actual de tener que contabilizar el número de jugadas para pasar el control.
    Habria que diferenciar ese tema del meollo del asunto, que es no aceptar la reducción que el ritmo de 90+30 nos traería.
    Simplemente con un ritmo de incremento con algo más de tiempo inicial -por ejemplo el modo 8 de los relojes antifuos da 110+30, y nunca lo hemos utilizado...-, se solucionarian los dos problemas.

    Saludos.
    CMS.

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  3. El modo 8 me parece razonable y muy fácil de programar.

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  4. En realidad son 100 minutos + 30 segundos y no 110, hice mal la cuenta, son 1 hora 40 minutos pero para el caso es lo mismo.
    CMS.

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  5. nunca se deberia debatir sobre si se favorece al tuerto quizas eso sea de mal gusto...

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  6. Lamento que se malinterpreten mis palabras. En ningún caso he dicho que se vaya a favorecer a nadie, sólo que el mal uso del incremento puede perjudicar en mayor medida a los jugadores ciegos y que tratándose de una competición ONCE deberíamos reflexionar seriamente sobre qué implica aceptar o no aceptar determinado ritmo de juego.

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  7. Bueno y si además añadimos que, en los apuros de tiempo, muchos rivales videntes mueven la pieza, le dan al reloj y luego te cantan la jugada, pues más de lo mismo. Me gustaría que un arbitro viese (me consta que algunos arbitros la ven pero se hacen los ciegos) esta forma de proceder de algunos jugadores y les dé la partida por perdida.

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