jueves, 11 de marzo de 2010

Genios sin trono III

La reputación de Stein, de sus logros deportivos y creativos era tan alta, que fue invitado a integrar la selección de la Unión Soviética que participaría en la 16ª Olimpiada que tendría lugar en Tel Aviv, en noviembre de 1964. Leonid consideraba un honor representar a la URSS en su equipo nacional, Incluso como primer reserva, a pesar de que era el campeón. La formación titular estaba compuesta por el campeón del mundo, Petrosian, los ex campeones Botvinnik y Smyslov, y el segundo clasificado en el Torneo de Candidatos, Keres. Spassky, uno de los héroes del Interzonal de Amsterdam, era el segundo reserva. Grandes maestros eminentes, como Tal, Geller y Bronstein no formaban parte del equipo. Stein no tuvo que realizar un esfuerzo especial para ganarse la confianza de sus compañeros de equipo, y en la fase final llegó a participar en importantes matches. En resumidas cuentas, el equipo de la URSS conquistó la medalla de oro. Leonid Stein, por su parte, consiguió un premio especial por el mejor resultado en el primer tablero reserva: 10 puntos de 13 partidas.
El período más productivo de su carrera fue, aproximadamente, entre marzo de 1965 y junio de 1967.
Durante esa época tomó parte en nueve competiciones: en tres de ellas fue el primero, una vez compartió el primer puesto, cuatro veces fue segundo, y el resultado menos afortunado fue un empate en el segundo/tercer puesto (¡aunque con el campeón mundial, Petrosian!). Tal estabilidad de resultados sólo es propia de los grandes jugadores en su momento de máxima plenitud. ¡Ni un solo resultado mediocre! Por otro lado, sus tres primeros puestos lo fueron en los torneos más prestigiosos de entonces: dos campeonatos de la URSS y el más fuerte torneo internacional.
Para completar el cuadro, recordemos dos resultados más que le valieron al gran maestro de Lvov sendas medallas de oro: el Campeonato de Europa por equipos (1965) y la Olimpiada (1966).
La 17ª Olimpiada de Ajedrez tuvo lugar en La Habana, capital de Cuba, en octubre-noviembre de 1966. Esta vez Stein era jugador titular. Durante una de las recepciones promovidas por Fidel Castro, Stein volvió a encontrarse con Fischer.
“¿Recuerdas, Bobby, nuestras partidas de Blitz en Estocolmo”, le pregunto Leonid. “¿No sería bonito volver a jugar ahora unas cuantas?
“¿Por qué Blitz?, respondió Fischer. Juguemos mejor un match de verdad. Tú eres el campeón soviético y yo soy el campeón norteamericano. ¿No sería interesante un match así?
Inmediatamente se pusieron a discutir las condiciones: jugar hasta que uno de los contendientes lograse seis victorias, sin tener en cuenta las tablas. Fischer cogió por el brazo al presidente de la Federación Cubana, José Luis Barreras, y lo acercó hasta Fidel Castro:
“¿Podrían ustedes organizar nuestro match en Cuba?”
“No me opongo a la idea. Garantizo todas las condiciones. ¿Cuándo quieren jugar?”
“Inmediatamente después de la Olimpiada, sugirió Fischer.
“¿Inmediatamente?”, preguntó Stein. “La Olimpiada” finaliza el 20 de noviembre, y el Campeonato de la URSS comienza un mes después. No puedo no jugar el torneo, porque es un zonal, y si no lo juego, pierdo mi oportunidad de luchar por el título mundial. Quizá el año que viene…
“Sólo ahora”, insistió Fischer.
No llegaron a un acuerdo. Pocos días después, Leonid se enteró, con sorpresa, de que Fischer había declarado en una entrevista: “Tengo la impresión de que los grandes maestros soviéticos rehúyen jugar matches conmigo.”
Stein declaró a la prensa cubana que estaba dispuesto a jugar el match, pero sólo en una fecha conveniente para él.
Stein participó en el XXXIV campeonato de la URSS de 1966 y lo volvió a ganar. “Sólo un gran maestro muy fuerte puede ganar el Campeonato de la URSS. Pero para ganar tres campeonatos de los cuatro últimos, hay que ser un jugador verdaderamente excepcional. No es una casualidad que, además de Stein, sólo Botvinnik haya conseguido una hazaña así”, escribió el árbitro principal del Campeonato, Lev Abramov, en su última reseña del mismo.
Un gran torneo internacional de dieciocho grandes maestros, consagrado al 50º aniversario de la Revolución de Octubre, comenzaría en mayo, en Moscú. Tanto grandes estrellas extranjeras (Portisch, Gligoric y Filip, entre otros), como los más eminentes jugadores soviéticos (Petrosian, Smyslov, Tal, Spassky, Keres, Geller, Bronstein) tomarían parte en él. Stein venció y convenció ganando el torneo con un punto de ventaja respecto a sus perseguidores. Por resultados y estilo se había hecho acreedor a su candidatura por el máximo título mundial. Entonces, en el verano de 1967, nadie tenía dudas de que en el siguiente Interzonal Stein conseguiría una de las seis plazas para acceder a los matches de Candidatos.
En la ciudad tunecina de Sousse la forma deportiva de Stein distaba de ser la que había exhibido, no hacía mucho, en Tbilisi y Moscú. Después de un inicio no muy bueno, como en él era común, todo el mundo esperaba el sprint que le llevaría como siempre a los primeros puestos de la clasificación, pero el esperado sprint no llegaba. Finalmente acabó sexto empatado a puntos con el séptimo y octavo, Hort y Recepski respectivamente, y entre ellos deberían disputar la última plaza para el torneo de candidatos. Por desempate fue Recevski quien ganó la plaza, ¡sin ganar ni una sola partida! Y así finalizaba el último intento de Stein en un torneo interzonal.
Stein sufrió este revés mucho más intensamente que ninguno de los anteriores. Esta vez estaba convencido de que podía aspirar al título mundial, e incluso había conseguido persuadir a los escépticos, con sus éxitos.
Pero la normativa de la clasificación era implacable. No había más alternativa que comenzar otra vez, partiendo de cero.
Tras el revés de Sousse, había participado en una docena de distintas competiciones, jugando unas 120 partidas de torneo. Sólo había perdido cinco. Como contrapeso en la balanza, ¡había ganado más de cincuenta partidas! Seguía siendo capaz de remover cielos y tierra para conseguir su meta.
Entretanto, se había producido buen número de cambios en su vida. Había conseguido su título en Periodismo, por la Universidad de Lvov, y se había trasladado a Kiev. Empezó a colaborar con más frecuencia con las publicaciones. El club de ajedrez de la sociedad Avangard le ofreció un interesante trabajo: dirigir una escuela para niños. Tras su graduación en el instituto, su mujer había comenzado a trabajar como ingeniero. Su hija Alla seguía los cursos de una escuela de música.
En 1970 el equipo de la URSS se desplazó a la ciudad austriaca de Kapfenberg, donde debía defender su título de campeón de Europa. Stein jugó en el noveno tablero y sumó cuatro puntos de seis. La segunda medalla de oro del campeonato continental pasó a integrar su museo casero.
Sin embargo Leonid percibía que se encontraba lejos de su mejor forma y eso le preocupaba a la hora de afrontar su definitivo salto al título mundial. Participó en el memorial Alekhine de 1971 donde jugaban los mejores maestros del momento y lo ganó compartiendo primer puesto con un jovencísimo Karpov.
El Árbitro Principal, Alexander Kotov, escribiría en Shajmaty URSS: “Estamos un tanto acostumbrados ya a que, tras un modesto comienzo, Stein acelere y consiga el triunfo en la línea de meta. Aquí su táctica de torneo fue completamente distinta. ¿Por qué: fatiga o sobria evaluación de las propias posibilidades?
Lo más probable es que se deba a la ‘sabiduría de la edad’, una original reestructuración y la búsqueda de senderos menos peligrosos. En cualquier caso, Stein sigue siendo un jugador del máximo nivel… En el Memorial Alekhine a menudo hemos visto cómo alteraba drásticamente sus esfuerzos creativos. En más de una ocasión logró ver, hasta en los más difíciles finales, la línea ganadora hasta su conclusión como, por ejemplo, en su partida contra Bronstein. Condujo hábilmente tanto el juego de ataque como el de defensa, y su partida contra Gheorghiu puede servir de ejemplo.”
Sí, Stein había cambiado, era menos romántico y mucho más práctico. El hecho de que hubiese conseguido vencer en el torneo, a pesar de su visible baja forma, produjo especial impresión. Se diría que había estado desarrollándose, ante nuestros ojos, como un auténtico luchador de torneo, que había sabido cultivar su talento natural y enriquecerlo con la experiencia.
A comienzos de 1972, la Comisión de la FIDE designó a Stein entre los ocho jugadores seleccionados para participar directamente en los torneos interzonales. Eso era un reconocimiento y un buen progreso.
En la primavera le sucedieron muchas cosas agradables. Nació su segunda hija, Marinka. En marzo viajó, con Petrosian, a la ciudad de Las Palmas, en las Islas Canarias, lo que se tradujo en un nuevo éxito internacional. Al recordar su actuación en el último año y medio, a partir del Memorial Alekhine, Stein observó, con placer, que en cinco torneos internacionales consecutivos, sólo había perdido una partida de un total de 74. Es cierto que sólo había ganado 28. El número de tablas había aumentado. Pero no estaba nada mal.
Al principio de julio, Stein fue de nuevo convocado para integrar la selección de la URSS en el Campeonato de Europa de equipos nacionales, a celebrarse en Inglaterra. Al finalizar este evento, tendría que volar directamente a Brasil, para el Interzonal.
Antes de viajar a Moscú, desde donde el equipo de la URSS debía viajar a Inglaterra, Stein dirigió una sesión de entrenamiento con el equipo de Ucrania, que se preparaba para tomar parte en los Juegos de la Juventud de la URSS.
En la mañana del 4 de julio de 1973, los jugadores de la URSS llegaron al aeropuerto. Leonid Stein no se encontraba entre ellos. Estuvieron esperándolo en vano: mientras se encontraba en el hotel, preparándose para el viaje, sintió dolor en el corazón… Los médicos no pudieron salvarle.

Información obtenida en el libro La estrategia del riesgo de Edward Gufeld

Lutikov - Stein
32º Campeonato de la URSS Kiev, 1964
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 a6 4.Aa4 Cf6 5.0–0 Ae7 6.Te1 b5 7.Ab3 0–0 8.c3 d6 9.h3 Cd7 Una alternativa poco utilizada en la actualidad pero que Stein había empleado ya anteriormente. 10.d4 Ab7 Contra Tal había preferido Af6 pero las blancas lograron cierta ventaja y Stein decide probar una jugada menos conocida. [10...Af6 11.a4 Ab7 12.axb5 axb5 13.Txa8 Dxa8 14.d5 Ca5 15.Ac2] 11.Cbd2 Ca5 12.Ac2 c5 13.Cf1 Parecería que con d5 las blancas dejan fuera de juego tanto al caballo de a 5 como al alfil de b7, sin embargo la disposición de piezas de las negras permitiría un rápido contrajuego con f5. [13.d5 f5] 13...cxd4 14.cxd4 Tc8 15.Ce3 g6 Prácticamente obligado pues sería un error permitir que el caballo se instale tranquilamente en f5. 16.Cg4? Lo correcto era seguir con b3, jugando contra el caballo de a5. [16.b3] 16...h5 17.Ce3 El caballo tiene que retroceder perdiendo un tiempo puesto que Ch6 y el caballo no tiene salida mientras que en h2 no se le ve un futuro muy prometedor a ese caballo. [17.Cgh2 exd4 18.Cxd4 Af6 19.Chf3 Te8³ Y las negras tienen un excelente juego de piezas.; 17.Ch6+ Rg7] 17...exd4 18.Cxd4 Af6 19.Cb3?! Un momento delicado de la partida. Tras el error Cg4 las negras se han hecho ya con la iniciativa.Las blancas debieron elegir entre la posicional b3 o enturbiar las aguas con un sacrificio de caballo en f5. [19.Cdf5 gxf5 20.Cxf5 Tc5 21.Dxh5 Txf5 22.Dxf5 Ce5; 19.b3 Te8 20.Ab2 Axe4 21.Axe4 Txe4 22.Cd5] 19...Cc4! El caballo de a5 de las españolas que suele ser por lo general la peor pieza de las negras, en este caso se convierte en una amenaza constante que las blancas deciden eliminar aunque con ello hagan nuevas concesiones. 20.Cxc4 bxc4 21.Cd4 Te8 stein presiona e4 incorporando la última pieza al juego y prepara la jugada d6-d5. 22.b4?! Una jugada extraña que no ayuda demasiado a las blancas. Su esperanza es que las negras traten de ganar un peón tomando al paso seguido de Cc5, lo cuál, al haber un juego muy abierto daría algo de contrajuego a las blancas. Sin embargo la elección de Stein es más eficaz. 22...d5! [22...cxb3 23.Axb3 Cc5] 23.Tb1 Evidentemente las blancas no pueden capturar en d5 pues la dama se encuentra sobrecargada defendiendo e1 y d4. La jugada de las blancas trata de solucionar algunos problemas en la diagonal a1–h8 creados por el inoportuno avance b4. [23.exd5?? Txe1+] 23...dxe4 24.Aa4 Amenazando Ce6. 24...Te7! Defiende el caballo evitando la jugada de las blancas y prepara Ce5. 25.Ae3 Ce5 Era malo para las negras... [25...Cb6 26.Cc6 Dxd1 27.Cxe7+ Axe7 28.Axd1!] 26.b5 axb5 27.Cxb5 Cd3 La ventaja de las negras es innegable pero aún así las cosas nunca son tan sencillas. 28.Te2 Ta8 29.Ca7 Dc7 30.Tb6 Te6 También era posible la tranquila... [30...Ag7] 31.Cb5? Ahora Stein ejecutará un bello remate, sin embargo, tras el cambio de torres igualmente su posición era claramente mejor. [31.Txe6 fxe6] 31...Dxb6! Elegante y efectiva. Aunque las negras sacrifiquen la dama todas sus piezas tienen muchísima fuerza, en especial el caballo en d3. 32.Axb6 Txb6 Ahora las negras amenazan Cc5 ganando más material. 33.Cc7 Txa4! Un nuevo golpe, esta vez para dejar al rey blanco en red de mate. 34.Dxa4 Tb1+ 35.Rh2 Ae5+ 36.g3 e3! Amenaza mate en h1. 37.f3 Axf3 38.De8+ Rg7 39.Ce6+ Rf6 40.Tg2 Cf2! Lutikov aplazó la partida en esta posición pero abandonó sin reanudarla debido a....[40...Cf2 41.Dd8+ Rxe6 42.De8+ Rf6 43.Dh8+ Rf5 44.Dc8+ Rg5 45.Dd8+ Rh6 46.Tg1 Cg4+ 47.hxg4 Tb2+ 48.Rh3 Axg4+ 49.Rh4 Th2#] 0–1

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